19.12.14

Todas las madrugadas de diciembre, a las 4:30 am...

...me siento al borde de mi cama a pensar en lo que haría ese día, en la iglesia. Mas específicamente, en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, perteneciente a los padres carmelitas, que esta en la ciudad en donde vivo, en La Victoria. Lo hago, mientras mis perros corretean a los costados de mi cama, en un frenesí indescriptible. Claro, no son todos mis perros, solo los mas grandes, que son , de paso, los mas afectados. Si fumara, encendería un cigarrillo, mientras pienso. Parecería una imagen del mas puro cine negro, así a lo Bogart. Hoy, por ejemplo, imaginé citar a todos mis amigos que tienen perros, y sufren del mismo problema que yo, y aparecernos en plena misa de gallo, entrar con todos los perros, cerrar las puertas y soltarlos, para que se convirtieran un una jauría justiciera, he hicieran todos los destrozos que pudieran, asustaran a todos los feligreses que estuvieran ahí, ajenos a lo que pasa. Rompieran jarrones con flores, imágenes de santos, micrófonos con sus cables, deshilacharan las alfombras, persiguieran al cura por todo el sitio. Detuve esa imagen durante unos instantes en mi mente, y sonreí en un intento de que esa locura calmara mi rabia, mientras mis pobres perros, se acurrucaban a mis pies, tratando de entender, porque su sueño, y el mio, de todas las noches de diciembre, cada diciembre de cada año, una y otra vez, era interrumpido con unas explosiones, tontamente llamadas fuegos artificiales, lanzados desde la alegra de una convocatoria católica. Eso es lo malo de pensar en la madrugada, levantado por el tropel de unos perros asustados , ladrando inconsolados. Que la tenue capa de civilización que lo cubre a uno, no se ha despertado aún, es inmune a todo esto, está en otro plano temporal. Afortunadamente, la razón vuelve a mi, mientras escribo todo esto, ya esta amaneciendo, ya la gente de la misa esta saliendo de su iglesia, en ruta a sus hogares, feliz de que hicieron su... lo que hacen todos los días, y yo pasaré otro día mas olvidando todo esto, hasta mañana a las 4:30 am, cuando mis perros me recordarán, una de las tantas razones por las cuales soy ateo .