30 años de historia en una noche muy heavy...
pero tremendamente progresiva
Tienen nombre místico y solemne, pero es uno de los grupos más humanos y cercanos dentro del gran circuito del rock progresivo que he podido disfrutar en vivo. Pendragon pasó por Madrid dentro de su gira de 30º aniversario y regaló dos cosas: un pedazo de concierto de casi 3 horas- increíble para el tipo de show programado- y un acercamiento impresionante a todo el público.
Nick Barrett, Clive Nolan, Peter Gee y Scott Higham. Cuatro ases, cuatro magos que dentro de la gira por España se dieron un baño de masas literal. Además de ser enormemente aclamados, pudimos ver otro ejemplo de acercamiento total. En el bonus, cuando el grupo interpretaba '2AM', Barrett se bajó del escenario y cantó entre el público, que no dejaba de darle palmaditas y saludarle con cariño. Tras el concierto, Nolan, Gee y Higham se mezclaron también entre el más del centenar de asistentes al show y se hicieron mil y una fotos, firmaron mil y un autógrafo y charlaron con los más conocedores de la lengua de Shakespeare.
En términos musicales, primero, resaltar el buen sonido que siempre acompaña a esta sala, Ritmo & Compás, que por mucho que sea pequeña y en tamaño no sea digna para grupos de este caché, sí que es cierto que tiene una calidad técnica impresionante. A la banda, lo único que se le puede reprochar, es una elección de temas no muy efectivos. Algunos de ellos son geniales, pero más idóneos para escuchar en la tranquilidad del hogar que en una sala de conciertos.
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